Capítulo primero (Trabajo es trabajo)
Ese mes no había sido para nada a beneficio a favor de la granja de los hermanos Heillk Burd. Sus cosechas estaban completamente perdidas, y el hecho de que entonces el banco amenazaba con la hipoteca, no ayudaba en lo más mínimo.
Desde jóvenes ellos dos, Jivh y Hans Heillk Burd, no conocían otro empleo ajeno al ambiente de una la granja, o en los mercados cercanos del pueblo. La vida de ambos se pasó en ese terreno que pertenece desde ya hace generaciones a la propia familia, pero no podían hacer nada para salvar su granja de ser hipotecada por el banco nacional. Sin perder tiempo, se decidió asimismo pagar la molesta hipoteca, luego vender la granja al mejor postor y huir a una supuesta mejor situación económica, es decir, una mejor vida; se irían a Capital Federal a buscar empleos, mejores dignos.
Desde jóvenes ellos dos, Jivh y Hans Heillk Burd, no conocían otro empleo ajeno al ambiente de una la granja, o en los mercados cercanos del pueblo. La vida de ambos se pasó en ese terreno que pertenece desde ya hace generaciones a la propia familia, pero no podían hacer nada para salvar su granja de ser hipotecada por el banco nacional. Sin perder tiempo, se decidió asimismo pagar la molesta hipoteca, luego vender la granja al mejor postor y huir a una supuesta mejor situación económica, es decir, una mejor vida; se irían a Capital Federal a buscar empleos, mejores dignos.
Jivh H. Burd, con treinta y cinco años, nació en San Carlos de Bariloche un 15 de Septiembre soleado y estudió en la misma ciudad. Terminó sus estudios secundarios, a diferencia de su hermano, quien solo hasta el cuarto año de la secundaria técnica, más no los universitarios, los dejo un año antes de recibirse. Hijos de Kart Heillk, un campesino austriaco buscando escapatoria a los problemas europeos, y María Burd, una ciudadana francesa que se enamoro de la idea de viajar y, luego en Argentina, de quien sería su esposo.
Jivh - ¡Dale! Va a haber mucha plata de por medio. Sé que no es lo más ortodoxo, pero lo necesitamos para subsistir.-
Hans - Vos sabés que mañana me voy al ejército, ya no necesito el dinero._
Jivh - ¡…Dale! Solo es por una noche, y lo necesito yo. ¡Haceme solo esta vez la pata! ¿Qué podes perder?
Hans– Em, no sé… ¡¿Tal vez ir preso y perder mi oportunidad de estar en el ejército argentino?! O sea, Jivh, querido hermanito del alma, vos más que nadie sabés, o deberías saber, que en toda mi vida he querido entrar el las fuerzas armadas nacionales. Y no me gustaría perder esta oportunidad de cumplir mi sueño por un tonto “trabajo” de uno de tus amigos.
Jivh - ¡Pero no es un “trabajo”! Es la oportunidad de salvar a tu hermano de caer realmente en algún mal “trabajo”. Solo esto te pido que me hagas el aguante, que ayudes a tu hermano a salvarse económicamente. –
Hans – Eres molesto como nadie. Ay… bien, pero no repartimos cincuenta, cincuenta.
Jivh - ¿Cómo?-
Hans – Era un chiste. Te quedás con el setenta y cinco por cierto. Lo vas a necesitar más que yo. Aunque tengo una duda, aparte de sobrevivir, ¿En qué vas a gastar la plata?
Jivh - Extraño que nunca te haya dicho. Pienso publicar un libro de poesías.
Hans - ¿Piensas morirte de hambre, dices? Actualmente un poeta no tiene ni guita para morirse en una tumba cristiana digna. Pero bueno, ahí tú con tu sueño.
Jivh – Entonces, nos veremos mañana a las doce en el cementerio. Chau.
Hans – Ok, buenas noches.
Así cada cual fue a su respectivo cuarto.
Camilo C. Cárdenas y Brenda V. Vazquez
Mi primer trabajo en conjunto. Quiero agradecer a Brenda, una escritora de la puta madre. Espero que les alla gustado porque ya estoy preparando el capitulo 2 ;).
ResponderEliminarcami soy axel en verdad esta bueno pero es un trabajo pete
ResponderEliminarleiste el segundo capitulo?
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